La mente y sus proyecciones
Bebiendo un té verde en un vaso de cartón reciclable para llevar, observo la pantalla encima de los mostradores, por donde uno pasa cuando ya va camino a entrar al avión. En la pantallita aparece la palabra «delayed», seguida de «retrasado», indicando que el vuelo que iba a tomar a las 20:40 no va a salir a la hora planeada. En mi interior, el líquido va fluyendo hacia abajo por la inercia de la gravedad, y un murmullo de pensamientos ha empezado a trazar un centenar de guiones de cine con las diferentes posibilidades de lo que va a suceder con el vuelo y la llegada a mi destino.
El abuso de los precios en los aeropuertos
Me imagino digerir los pensamientos de igual forma que la boca y el sistema digestivo digieren los alimentos: entran, circulan por el recorrido, se aprovecha sólo la parte valiosa para el cuerpo y lo demás se desecha. Así de sencillo, que no quiere decir así de fácil. Los aeropuertos, aero-puertos, es como si alguien no hubiera querido usar la imaginación para crear un nombre a la altura de lo que significa esto. La relación calidad-precio de los alimentos aquí es pésima, lo que llamo aprovechar el poder que te ofrece una posición para lucrarse a costa de otros.
¿Cuánto cuesta realmente lo que compras?
Un té verde, cultivado en Asia, transportado hasta Inglaterra y distribuido por todo el mundo, en este caso Menorca, para que ahora alguien como yo pueda beber su té a gusto. Viéndolo con perspectiva, ¿cuál es el coste real de esta bolsita de té? Siento que me bebo un viaje alrededor del mundo en una taza con sabor a té verde, pasando por todos los contenedores que la han recibido en su interior y las manos y máquinas que han hecho posible que llegue hasta aquí.
El valor de los productos de proximidad
Hoy al mediodía también me tomé una infusión de tomillo, que era del campo a 50 metros de donde cocino, y disfruté de su sabor. Otro momento, otro viaje, y aquí sigo esperando para continuar con el mío, destino a Barcelona… delayed, retrasado, delayed, retrasado, sigue el intercambio en la pantalla.
¿Por qué es poderoso utilizar productos de proximidad?
El poder de la proximidad está en varios factores, tanto a nivel ambiental, como social, económico y también de calidad (como es el caso de los productos perecederos). Comprar en el comercio local beneficia a la persona que tiene su tienda, al productor del pueblo que cultiva las verduras, evita que grandes cantidades de cajas y papeles tengan que utilizarse y que se emplee mucho combustible para transportar los alimentos. A nivel de salud, cuanto más fresco esté un alimento cuando lo consumimos, más energía nos va a aportar y más nutrientes va a conservar, menos se va a degradar.
Conexión con la cultura local y cómo implementarlo en la cocina de proximidad
La cocina de proximidad no solo resalta los sabores auténticos y frescos de una región específica, sino que también nos conecta profundamente con nuestra cultura local. Al consumir productos locales, apoyamos las tradiciones culinarias y contribuimos a mantener vivas las recetas y técnicas que han pasado de generación en generación. Además, valorar el coste medioambiental de los productos que consumimos nos invita a ser más conscientes de nuestro impacto en el planeta.
Aprende a cocinar y a conectar con alimentos de proximidad
¿Te gustaría aprender más sobre cómo cocinar y alimentarte con productos de proximidad?
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