¿Cuánto tiempo necesitas para cocinar de forma artesanal?

En estos tiempos, donde el ritmo de vida se mueve a velocidades vertiginosas, dedicarse a crear de manera artesanal supone un reto. Sería como intentar nadar a contracorriente por un río que baja con el caudal lleno después de una semana de lluvia intensa. Crear y ser un artesano implica salir de la inercia en la que la sociedad avanza. Te detienes y te das cuenta de cuál es el ritmo natural de la vida, esa calma con la que crecen las plantas, se mueven las nubes o los pájaros baten las alas al volar suavemente todos juntos en una tarde de primavera, mientras se pone el sol.

El ritmo de cada respiración: La clave de la cocina consciente.

Este ritmo es necesario para que aparezca el espacio a través del cual la vida puede expresarse naturalmente en el cuerpo y dar forma a lo que sea que se esté creando. ¿Cuántas veces tomamos conciencia de que estamos respirando? Según los budistas, desde el día en que nacemos disponemos de un número específico de respiraciones y depende de nosotros consumirlas rápidamente o lentamente. Las fermentaciones con masa madre requieren esta lentitud; cuanto más despacio avancen, mejor será el proceso de fermentación y el resultado final de la pieza.

Pizza especial como resultado de traer la atención al momento presente

Durante estos meses de experimentación, hubo días en los que, después de separar la masa madre para hacer pan, a veces me quedaba suficiente para otra receta. Sin embargo, por hábito, la descartaba. Hasta que un día, en un momento de calma, decidí aprovecharla. Esta vez, para hacer una pizza con una receta que había probado semanas atrás. Mezclé los ingredientes en un bol, moviéndolos para que el proceso de alquimia sucediera, y luego esperé. Primero, un tiempo indeterminado hasta que la masa duplicara su tamaño, luego la dividí en porciones y la dejé en la nevera por un mínimo de 24 horas, preferiblemente. Imagina tener que esperar 48 horas para disfrutar de una pizza. Si elegimos el viernes para una cena especial de pizza, tendríamos que iniciar todo el proceso el miércoles para el deleite del viernes.

Cocina con propósito: Invertir el tiempo que necesitamos en hacer lo que realmente nos llena.

Ahora bien, ¿quién dispone realmente de este tiempo para invertirlo en aquellas actividades que le llenan? Y una vez que lo tenemos, ¿cuántas veces hacemos lo que realmente nos gustaría hacer? Entre una cosa y otra, acabamos desperdiciando más tiempo que alimentos a lo largo del año. Ambos aspectos están entrelazados: sin tiempo, cocinamos menos; los alimentos se estropean más, reduciendo nuestras posibilidades de aprovecharlos; compramos más alimentos precocinados, lo que nos hace menos independientes y más dependientes de un estilo de vida que poco tiene que ver con VIVIR plenamente.

La coinvivencia con la naturaleza y cocinar con tiempo como ingredientes esenciales

Hoy, camino a la Garrotxa, llevo dos pizzas que preparé anoche con la masa madre que mencionaba anteriormente. Una es de quesos de cabra y mozzarella, y la otra lleva mozzarella, cebolla caramelizada, calabacín con ajedrea, cherry y un poco de atún… ¡qué maravilloso es el placer de disfrutar de una comida preparada con el tiempo como ingrediente base y el amor de compartirla rodeado de naturaleza! ¡Que aproveche!

Ahora actúa: cómo experimentar el poder de la meditación en la cocina intuitiva

Una de las prácticas más conocidas para atraer la atención al momento presente es la meditación. A mí me gusta observar el aire entrar y salir, llenar mi cuerpo de vida y, así, poco a poco y con respiraciones tranquilas, ir trayendo la conciencia al cuerpo. Siento los pies, las piernas, la cadera, el abdomen, el pecho, la espalda, los hombros, el cuello, los brazos, las manos, y así, cada vez más relajado. Una vez en ese estado de calma, la observación se vuelve más fácil y de esta manera podemos comprender lo que sucede con claridad, no como nuestra historia personal nos cuenta que es.

Para utilizar totalmente los alimentos que compramos, es interesante saber qué podemos hacer con esas partes que habitualmente desechamos. Para llegar a ese conocimiento, o nos lo cuentan o experimentamos nosotros mismos a través de la curiosidad. Pero hay tantas cosas interesantes y curiosas para experimentar que cuesta elegir por dónde empezar. Si de normal se hacen tres comidas al día, puede resultar útil saber cómo aprovechar los productos en su totalidad y así ganar en aprovechamiento y economía.

En el curso online de Cocina Intuitiva que saldrá este 21 de junio, vamos a aprender, entre muchas otras cosas, las diferentes maneras en las que podemos aprovechar todas estas partes que por norma general desechamos para introducirlas en nuestros platos. Tallos, hojas, pieles, espinas, raíces, huesos, fermentos… son algunas de las posibilidades que nos ofrecen.

Un Camino para cocinarse
Un Camino para cocinarse